Actualmente, nos movemos en un entorno laboral cambiante de forma continua. Cada día con los cambios tecnológicos se destruyen puestos de trabajo y se crean otros.
Hace algo más de una década que se viene hablando con insistencia del teletrabajo como una alternativa ventajosa a los procedimientos de trabajo tradicionales. Sin embargo, muchas han sido las expectativas generadas y, en la práctica, las empresas y profesionales que se benefician ya del potencial del teletrabajo constituyen aún una minoría, aunque ésta no pare de crecer.
Comencemos por definir qué es el teletrabajo. Se considera teletrabajo a cualquier actividad profesional en la que se cumplen simultáneamente los siguientes requisitos:
- La actividad profesional se desarrolla fuera de las instalaciones del centro de trabajo, habitualmente en el propio domicilio del empleado.
- La herramienta de trabajo fundamental es la informática, los computadores.
- El intercambio de información entre profesional y empresa se realiza a través de Internet. Ello comporta que las instrucciones se reciben a través de Internet (correo electrónico, mensajería instantánea, intranet, etc).
Se pueden considerar teletrabajadores desde aquella persona que trabaja siempre en su domicilio hasta quienes utilizan habitualmente la redes telemáticas para desarrollar sus actividades, lo que dificulta la concreción del término. El teletrabajo se desarrolla con nuevas tecnologías, por lo tanto el entorno de trabajo es un “lugar virtual”, un centro virtual que puede ser una oficina móvil, un telecentro, una oficina satélite o nuestro domicilio.
Aunque hablamos de teletrabajo no dejamos de tener en cuenta otras modalidades, ya que el elemento básico del teletrabajo no es precisamente la casa, como suele pensarse, sino las comunicaciones telemáticas -teléfono fijo, celulares, Intranet, videoconferencia, correo electrónico, Internet- a través de las cuales el teletrabajador se comunica con su empresa o con sus clientes independientemente de la ubicación geográfica de unos y otros.
En general se establecen tres tipos básicos:
-Trabajo en el domicilio propio: que puede ser por cuenta ajena o autónomo
- Oficinas satélite: vinculada a grandes corporaciones, tienen sus referentes en iniciativas como las de IBM que decide que el 50% de su plantilla practique alguna forma de teletrabajo.
- Telecentros públicos o privados que ofertan recursos compartidos.
En relación a esta nueva forma de trabajar, muchos encuentran beneficios, pero también desventajas.
Las ventajas que un profesional puede obtener si opta por el teletrabajo como procedimiento para desarrollar su actividad laboral son:
- Reducción de los desplazamientos hacia y desde el trabajo, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero.
- Mayor flexibilidad del horario laboral, que permite al teletrabajador organizar sus horas de trabajo y adaptarlas a sus necesidades personales.
- Una mayor libertad en temas personales menores como el vestuario y las relaciones con compañeros de trabajo.
Esto con respecto a los empleados pero también las empresas pueden encontrar ventajas si se deciden por el teletrabajo para articular, al menos, parte de su actividad:
- Reducción de los costes fijos de la empresa, como gastos de alquiler y mantenimiento de oficinas o los gastos relacionados con el desplazamiento de los empleados.
- Flexibilidad en la organización de las tareas de los empleados que puede permitir una mejor adaptación a un entorno cambiante.
- Retención de buenos empleados y profesionales que, de no existir la posibilidad del teletrabajo, podrían verse obligados a abandonar la empresa.
- Eliminación del absentismo laboral
- Mejora de las oportunidades de selección de empleados al poder contratar a trabajadores que desean trabajar en sus casas o cuyo lugar de residencia habitual esté lejos de la empresa.
- Incremento de la productividad de la empresa, ya que está comprobado que el teletrabajo aumenta la productividad de los teletrabajadores, respecto al trabajo en la forma tradicional.
- Reducción de los costes derivados del consumo de energía (consumo de equipos informáticos, climatización.
- Reducción de los costes imputables a limpieza y mantenimiento de inmuebles.
Pero como en todo, también hay desventajas tanto para el teletrabajador como para la empresa:
- Necesidad de grandes dosis de autodisciplina, el teletrabajador deberá orientar su actividad hacia la prestación efectiva de servicios, por los que aquellos que carezcan de poder de autoorganización o autodisciplina tendrán una gran desventaja competitiva.
- Problemas de tipo psicológico o relacional, ya que puede producir sensación de aislamiento en el teletrabajador.
- Dificultad para motivar a los trabajadores a distancia y hacerles partícipes de los objetivos de la compañía lo que puede llevar a que ésta pierda parte de su fuerza corporativa.
En todo caso, para desempeñar un teletrabajo con éxito, es necesario tomar en cuenta las siguientes normas y precauciones:
- Preparar un espacio exclusivo para efectuar las labores profesionales: Es importante que la persona disponga de un sitio, como por ejemplo una habitación de su casa, para dedicarse al teletrabajo. Allí debe existir una conexión a Internet, buena iluminación, muebles adecuados (sillas, escritorios, etc.) y útiles necesarios.
- Establecer horarios de trabajo: Se recomienda fijar un horario de trabajo que coincida con el tradicional de oficina, según el tipo de actividad de esta forma se evita descontroles y tener que andar corriendo a última hora para cumplir con los objetivos del trabajo.
- Evitar las distracciones: Cuando se encuentre en el horario de trabajo, es necesario conceder prioridad a los asuntos laborales y profesionales primero sobre los domésticos, familiares o personales.
- Aprender a motivarse: En la oficina existen jefes y compañeros que, de una u otra forma, estimulan y presionan para terminar las tareas, pero cuando una persona trabaja sola en casa debe encontrar la manera de lograr el entusiasmo y fuerza interior para progresar.
- Mantener una actitud profesional: Aunque la persona se encuentre en casa no debe descuidar su actitud profesional. Por ello, debe mantenerse al día en sus relaciones comerciales o laborales, ya sea por teléfono, correo electrónico o video-conferencia, puesto que, para sus clientes la persona está en el trabajo.
- Alimentación: Las personas teletrabajadoras son más susceptibles a comer (snacks o alimentos poco saludables) por impulso o ansiedad, Para evitar esta situación, es necesario, también, fijar horarios para alimentarse y cumplirlos al pie de la letra.
- Ejercicio: Debido a que trabajar desde la casa puede implicar una reducción de la actividad física, es necesario que el teletrabajador, con el fin de proteger su salud, realice ejercicios.
Por último, debo subrayar que no todas las personas presentan el perfil adecuado para poder desarrollar su trabajo fuera de las instalaciones de la empresa y sin contacto continuo con sus compañeros, ya que se requieren una serie de destrezas y rasgos de personalidad que deben posibilitar la realización del trabajo en situación de relativo aislamiento.
Muchas gracias me fue muy útil e interesante.
ResponderEliminar